Como papás primerizos, resulta indispensable establecer una estrategia y los pasos a seguir ante cualquier eventualidad de salud que afecte a nuestros pequeños.
Lamentablemente la automedicación, el uso de remedios caseros o incluso suspender el tratamiento antes de tiempo, son prácticas muy comunes y cuando los pequeños enferman, suele ser muy recurrente que surjan consejos de familiares y personas cercanas, nunca falta el remedio casero de la abuelita o de la vecina para el dolor de barriga y que seguramente fue aplicado a varios de nosotros durante la niñez.
Si bien lo anterior puede sonar a broma, mucho dista de ser una práctica que ayude y, por el contrario, provocará consecuencias más graves, por ello, la salud de tus hijos es, en definitiva, un asunto de expertos.
Siempre es recomendable que mantengas un contacto estrecho y cercano con el médico que los atiende para resolver dudas, pero, sobre todo, para evitar consecuencias graves para la salud de tus pequeños. El médico, cuenta con el respaldo de años de estudio mas la(s) especialidad(es), y una actualización constante (¿sabías que cada 5 años los especialistas deben pasar por un proceso de certificación?).
Lo anterior, aunado a la fisiología particular de cada persona –sí, el peso, estatura, edad, e historia clínica–, factores decisivos para definir la estrategia que el médico establecerá para seguir el tratamiento y cuya dosificación específica con tiempos establecidos en días y cada número de horas, son detallados en la receta, documento oficial expedido por tu médico y que nadie deberá modificar, ni la persona de la farmacia, ni la tía, la abuela ni la vecina.
Busca: Un médico de cabecera para atender a tu(s) hijo(s), y si ya cuentas con un médico que los atiende desde muy pequeños, mucho mejor, pues él ya conoce su historia clínica y cuenta con mejor información para proceder al establecer una estrategia de salud para los pequeños.
Recuerda: Si aún no cuentas con un médico, puedes recurrir a las asociaciones que formamos parte de #LoQueDiceTuMédico para mayor información.
Acude: Con el médico a consulta para un diagnóstico y definir una estrategia de tratamiento oportunamente.
Sigue: Sus recomendaciones, así como la indicación del medicamento en dosis, horarios y rango de días, hasta terminar el régimen recomendado.
Contáctalo: Inmediatamente si tienes alguna duda o si alguien intenta recomendarte algún cambio en la receta.
Pregúntale: Por los diferentes programas de apoyo a pacientes, que son una herramienta facilitada por los diferentes laboratorios farmacéuticos y que pueden ser de gran ayuda con descuentos y otras facilidades.
Por todo lo anterior, te invito a unirte al movimiento #LoQueDiceTuMédico, donde cada día somos más las personas que protegemos la salud de nuestros hijos al seguir las recomendaciones de nuestro médico.