Hay decisiones que no se pueden tomar a la ligera, para no poner en riesgo la salud
Muchas veces, después de decidir ir al médico por un malestar o una enfermedad que no cede, llegamos a la farmacia con receta en mano y el dependiente nos dice que no tiene el medicamento que buscamos, pero que hay uno muy parecido, ¿te suena familiar? ¿Cuántas veces has decidido tomar la recomendación de la persona en el mostrador porque estaba más barata o creías que era buena idea, sin consultar antes con el médico?
Lo creamos o no, el aceptar un medicamento parecido podría poner en riesgo nuestra salud por una razón muy sencilla: el dependiente de la farmacia no conoce nuestros síntomas, historia clínica, ni nuestras alergias, por lo que ese medicamento podría no ser el adecuado y no solo no aliviar la enfermedad, sino que corremos el riesgo de presentar reacciones alérgicas a los componentes de la formula y en muchas ocasiones, esto podría llevarnos hasta el hospital.
Los medicamentos adicionales
Otro escenario muy común al llegar a la farmacia es que en el mostrador nos recomienden medicamentos adicionales “para complementar” el tratamiento. Por ejemplo: cuando vas por un antibiótico o un antigripal, te recomienden ciertas vitaminas o suplementos, pero ¿deberías comprarlos?
La respuesta es no, porque, aunque sea con la mejor intención, recuerda que la persona en la farmacia tiene un trabajo: vender. Es por eso que nos hacen este tipo de recomendaciones que van acompañadas de riesgos, como que el medicamento de tu receta no pueda tomarse junto con el que te recomendaron en la farmacia, lo que también podría llevarte al hospital.
¿Qué sí puedes hacer al llegar a la farmacia?
Sigue al pie de la letra #LoQueDiceTuMédico. No permitas cambios en tu receta, si se te complica encontrar el medicamento que el médico te recetó, comunícate con él y pregúntale si ese otro medicamento que te ofrecen funciona para tu enfermedad o pídele una segunda y hasta tercera opción.
Y si te ofrecen otro medicamento que no está en tu receta, antes de comprarlo pregúntale a tu médico o simplemente no lo compres, recuerda que la automedicación tiene riesgos y, lejos de ayudarte, podría ser perjudicial para tu salud. Así que recuerda siempre hacer #LoQueDiceTuMédico y mantener la comunicación con él.